jueves, 3 de diciembre de 2009

AC/DC brindo una fiesta de Rock en River "parte 1"



Una noche como pocas se vivio ayer en el estadio de River Plate, donde 55.000 personas pudieron ser testigos de esta maquina inagotable de Rock-n-Roll llamada AC/DC, quienes brindaron unos de los mejores shows en la Argentina en los ultimos años- sino fue el mejor- y dejaron mas que conformes a un publico al cual todavia le adeudan 2 funciones mas, no para despejar alguna duda, sino para terminar de transportarnos al infierno y terminar de autodenominarse como una de las mejores bandas de Rock del mundo.
En una jornada donde el calor se hizo presente a lo largo de toda la tarde, para quienes fueron temprano, Heroes del Asfalto serian los responsables de empezar a hacer entrar en calor el oido del publico, de la mano de su baterista y lider Michel Peyronel, ex-Riff, quien ya habia tenido el lujo de ser telonero de los australianos en su ultima visita al pais, alla por 1996.
Quienes no la pasarian tan bien en esta fiesta serian Las Pelotas, quienes se vieron atacados por un publico impaciente que durante todo la duracion del set, arrojarian botellas y algun que otro objeto disperso por el campo, contra la humanidad de la banda argentina. Esto termina de comprobar que la gente destinada a organizar estos conciertos no tiene la mas minima idea de lo que hace, con esto me refiero a que no se molestan en buscar a la banda mas adecuada para tal trabajo, y pareciese que simplemente se tratara de llenar un espacio vacio. Sin embargo como buena banda profesional, trataron de no inmutarse ante la respuesta del publico y desplegaron todo su repertorio como estaba pactado, pese a la negativa total por parte de los presentes.
Ahora si, hablemos del plato fuerte de la noche, ese que se asomo al escenario a las 21 en punto y que dejo sorprendido al mas esceptico e hizo llorar de la emocion al mas duro. Unas imagenes empezaron a proyectarse en la pantalla gigante del escenario y en las que acompañaban a ambos costados, mostrando a un caricaturesco Angus en forma de demonio, manejando una inmensa locomotora, el cual es atacado por dos exhuberantes chicas que parecian cumplir la fantasia de cualquier hombre presente. La locomotora emprende una velocidad sorprendente y ya es demasiado tarde para detenerla, el destino es claro, el destino es el escenario y tras una sorprendente explosion, la pantalla se divide en dos mostrando una formacion ferroviaria de tamaño descomunal incrustada por detras de la bateria, dando asi el pie a la aparicion de la banda y dando comienzo a "Rock-n-roll train", corte de su ultima placa "Black ice".
El sueño estaba cumplido, AC/DC estaba tocando en Buenos Aires, con Angus Young y Brian Johnson como maximos exponentes y trasladandose alrededor de todo el escenario, como si tan solo tuvieran 20 años y no estuvieran bordeando la barrera de los 60. Por detras la base solida y concisa de siempre formada por Malcolm Young, Cliff Williams y Phil Rudd tocando con un cigarrillo en la comisura de la boca como tiene acostumbrado.
Al impresionante comienzo le siguieron "Hell ain't a bad place to be", "Back in black" (cancion donde la gente realmente enloquecio) y "Big Jack", otro corte de la ultima placa de la banda.
Diferentes canciones se fueron sucediendo a lo largo de la noche, variando entre las presentaciones de la novedad "Black ice" y sus clasicos de siempre. No faltaria la inmensa campana que desciende desde lo mas alto en "Hells Bells", ni tampoco el show de striptease con el que nos deleita Angus hasta quedar mas ligero de ropas en "The Jack". Entrando hacia lo que seria la recta final de semejante ceremonia, la banda nos haria saltar y gritar hasta mas no poder pasando por "You shook me all night long", "T.N.T" y "Whole lotta Rosie" con la gorda inflable "Rosie" montada por encima de la locomotora que reposaba por detras del escenario.
En "Let there be rock" Angus se trasladaria a un mini-escenario que estaba situado en el medio del campo, donde desataria una locura total para los fieles que soñaban con ver mas de cerca a su idolo, mientras le sacaba sangre a las cuerdas de su Gibson SG que ya forma parte de su cuerpo, mientras que por las pantallas se recreaban en forma emotiva, las portadas de la basta discografia de los australianos.
Tras un breve y merecido descanso, la banda volveria para cerrar con los dos bises que ya son firma en el mundo entero, " Highway to hell" con un Angus emergiendo por debajo del escenario en una ola de fuego como si nos encontraramos en el mismisimo infierno, y el cierre de toda la vida con "For those about to rock" donde los 21 cañonazos que se disparaban nos sumergian en un mix de emociones, pasando por un momento de los mas felices de la vida pero sabiendo que el final se acercaba.
Asi AC/DC se despedia del primer estadio River lleno, dejando mas que conforme a todos los citados esa noche, donde nada pudo faltar y lleno un vacio que a mas de uno le faltaba completar tras ver a esta gloriosa banda de rock.
Por suerte quedan 2 noches mas para poder disfrutar de AC/DC, quienes ya lo vieron no pueden dejar de hacerlo, aunque ya se sepa el set-list que van a desplegar y las cosas que se sucederan en el escenario, es algo tan increible que uno quiere que se repita y no se acabe nunca, para los que no, preparense para uno de los momentos que van a quedar marcados para toda su vida.